Normalmente, en este punto el agua no supera una profundidad de 0,50 m y en la oportunidad, al estar un poco crecido el Río Uruguay, había unos 0,60-0,70 m.
Algún corredor, dejándose llevar por el momento y el lugar, hasta se dió el gusto de nadar unos metros en esta pileta natural. Ese fue el caso, por ejemplo, de Oscar Ríos, que por este motivo perdió la punta de la carrera en su categoría resignando varios puestos a la hora de cruzar la meta. Y no es para menos; realmente el paisaje es una invitación a disfrutar de las bellezas que encierra este sector ubicado al norte de mi querida Monte Caseros.
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