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5/10/2008

Qué tiene el ritmo del chamamé

Me encontraba solo en mi casa en un atardecer nostalgioso, de esos que nos hacen recordar momentos que ya pasaron, y no encontré mejor compañía que un buen chamamé. Un chamamé "de aquéllos" como sabemos decir.
Preparé un sabroso mate amargo, otro buen compañero para pasar el rato, y escuchando los sones del acordeón y la guitarra que acompañaban a un buen cantor surgieron preguntas que yo quise contestar.
Y así mientras se iba el día y entre escuchar y pensar, aparecieron las palabras, se hicieron verso y el verso se transformó en poesía:

Qué tiene el ritmo del chamamé

Qué será que tiene el ritmo del chamamé
Qué será lo que tiene que no sabemos,
Que lo sentimos, sí, pero que no vemos,
Que se sube a la cabeza como el vino,
Que desgarra el pecho del correntino,
Que ruge en el aire igual que el yaguareté.

No sé si es instinto, sí sé que no es razón,
Porque él no nace en el pensamiento,
Se lo lleva en el alma, en el corazón,
Se lo encuentra vivo en el sapucay,
Es la pasión, es un fiero sentimiento
Más duro y más fuerte que el ñandubay.

Qué será que tiene el ritmo del chamamé
Que se hace fuego en el sentir del mencho,
Que le lleva a seguirle por los tapé,
Que le hace retozar por toda la cancha
Alta la barbilla, bien erguido el pecho,
Levantando a lo alto su estirpe sin mancha.

No sé si es instinto, sí sé que es lo nuestro,
Lo que sentimos, que llevamos adentro
Incontenible como el llover torrencial,
Que se expresa en la fuerza ancestral,
En el grito sagrado de la tradición
Que a todos abraza con una canción.

Qué será que tiene el ritmo del chamamé
Que aún en las penas nos hace alegrar,
Que en el baile nos lleva en dichoso vaivén,
Que nos hace cantar en algún guitarrear,
Que en una bailanta nos hace enamorar,
Que atrapa en los brazos de un dulce querer.

No sé si es instinto, sí sé que es la emoción
Que remonta en el aire y se hecha a volar
Buscando los cielos en alguna canción,
En el dulce lamento de algún acordeón,
En el ronco bramido de algún bordonear,
En la queja sentida de algún bandoneón.

Qué será que tiene el ritmo del chamamé
Que se hace cadencia en el bailar de los dos
Que se mecen en el jeroky torore,
Que también expresa la amorosa pasión
De aquellos que muestran su tierno sufrir
En el lánguido andar del jeroky kanguy.

No sé si es instinto, sí que es la honda expresión
Que saliendo del alma del criollo varón
Estremece la tierra con un zapatear,
Como el bravo corcel que en su galopar
Cuando va por los campos de mi Taragüi
En todos despierta este hermoso sentir.

Qué será que tiene el ritmo del chamamé
Que quiere volar en el jeroky veve,
Que torna el bailar en el bello pasear
Del elegante riguazu ñañovikû,
Que hace que a la guaina se pueda enamorar
Al hablarle al oído en el jeroky kunu’û.

No sé si es instinto, sí sé que es el dolor
Que a veces se siente cuando alguien se va,
Que no se muestra en llanto porque uno es varón,
Que endurece el rostro con gran majestad,
Que estruja el alma con gran desazón,
Que arranca jirones al viril corazón.

Qué será que tiene el ritmo del chamamé
Que allá entre los montes se lo suele sentir,
Que es el himno a nuestra tierra ava ñe-é,
Que es de aquella estirpe amo, dueño y señor,
Que hace que el corazón se ponga a latir
Por la patria chica sedienta de amor.
De: Ramón Francisco MARTÍN

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